El encuentro digital con los ganadores de la segunda edición del concurso ‘Enseñamos a Leer’, Antonio Garrido, Alba Machado, Raquel Pi y Joaquín Arroyo, generó un importante debate sobre la necesidad de crear nuevos hábitos lectores en las aulas con reflexiones sobre el fomento la lectura desde otras herramientas, como son las nuevas tecnologías. El evento fue coordinado por Miguel Ángel Suvires, director del Área Educación de VIU y jurado del concurso.
Antonio Garrido Jiménez, que ha obtenido el primer premio con el proyecto ‘Ignorantius,’ presentó su proyecto como “una actividad lúdica para fomentar la lectura”. La figura del malvado Ignorantius permite a los jóvenes del centro en el que trabaja, ubicado en Almería, proponerles un desafío sobre cuáles son sus hábitos lectores. “Les hace replantearse sus propias lecturas y también el formato”. Garrido cuenta cómo la lectura no puede entenderse solo desde la tradicional tarea de escoger un libro, sino también con la realización de un booktrailer o la puesta en marcha de una actividad donde los propios alumnos se convierten por un día en autores de sus libros favoritos. “Nunca olvidaré el primer alumno que se disfrazó del escritor Henry James cuando había leído ‘Otra vuelta de tuerca’. Fue para él una experiencia única”.
“Me decían que el Quijote hubiera sido influencer en Instagram”
Alba Machado, como ganadora por el proyecto ‘El espejo de la lectura. Antihéroes en la era digital’, destacó cómo empezó su proyecto como interina en un centro de Cúllar Vega, Granada. “Desde una asignatura de libre configuración, ‘Animación a la lectura’ empecé a crear debates con los alumnos en torno a clásicos como el Lazarillo de Tormes o el Quijote”. Machado animaba a sus alumnos de Secundaria a vislumbrar cómo sería la figura del antihéroe en pleno siglo XXI, lo que le permitió reflejar cómo se expresaría ese Lazarillo de Tormes en estos tiempos. “Mis alumnos me decían que se crearía seguro un perfil en Instagram”. Sobre el Quijote, Alba cuenta como usó esta figura épica para hacer pensar a sus alumnos cómo la sociedad actual vende una imagen que no es la de las redes sociales. “Me decían que el Quijote hubiera sido influencer en Instagram. Y todo lo que vino después, resultó de lo más divertido”.
Raquel Pi es maestra de Primaria. Desde su proyecto ‘Leer para crecer’ propone la intervención de las familias en el hábito lector para los más pequeños. Pi destaca la “necesidad de que el alumno pueda tener libertad a la hora de elegir sus lecturas y tener en cuenta la transición desde la educación infantil a la primaria para consolidar este hábito en su vida”. En el segundo ciclo de Educación Primaria, trabaja en su proyecto con citas a ciegas con libros. “Los alumnos que ya lo han leído le dan una pista a su compañero que será futuro lector. No sabe ni qué imagen esconde su portada. Solo una pequeña pista le permitirá llegar hasta él”.
Joaquín Arroyo se encuentra terminando sus estudios en la Universidad de Córdoba. Como ganador por su proyecto ‘Vitamina Sé’ en la categoría de futuro docente, Arroyo apuesta por una gymkana lectora en varios pasos. “Es importante ambientar los lugares donde se realice y que haya un encuentro intergeneracional para llevarlo a cabo”. El proyecto de Joaquín está dirigido a alumnos de quinto de Primaria.
“No solo es una cuestión de leer por placer. La lectura debe ser útil”
Suvires lanzó en la segunda parte del encuentro una pregunta sobre la importancia de generar hábitos lectores. Garrido apuntó que lo “importante es generar los hábitos de lectura en el aula”. Además, señaló cómo “la lectura multimodal es algo que debe contemplarse a la hora de elaborar propuestas en el aula. Observando al alumnado y preguntando se obtiene mucha información”.
Machado destacó, por su parte, cómo “leer significa muchas cosas, no solo enseñar a leer un libro. También significa no perderse en la selva de internet, fomentar el pensamiento crítico y contrastar el ruido mediático que nos tiene a todos sumidos en la sociedad de la sobreinformación”. Esta profesora señala que es importante trasladar a los alumnos que “no es solo cuestión de leer por placer, sino que hay que entender la lectura y su utilidad”.
Raquel destacó la necesidad de hacer entender a su alumnado de menos edad que la lectura “te permite viajar a cualquier parte, a donde quieras y al lugar que te dé la gana. Lee y conducirás, y no leas y serás conducido”.
Arroyo concluía sobre la importante tarea de desarrollar un hábito lector para formar ciudadanos críticos y activos. “Los alumnos deben ser conscientes y desechar la información que no sea válida, desarrollar la ordenación de ideas y la interpretación de toda la información que se nos viene encima”.
La recomendación lectora de nuestros ganadores
Los cuatro ganadores mostraron su disposición a compartir sus proyectos a todos los docentes que quisieran conocerlos más de cerca. Por último hicieron una serie de recomendaciones lectoras.
Antonio recomendó ‘Abdel’, de Enrique Páez; ‘Invisible’ de Eloy Moreno y ‘La foto de los 10000 me gusta’ de Nado López. Machado recomendó ‘Cuentos Pulga’ de Riki Blanco, un libro de microrrelatos e ilustraciones que utiliza mucho en el aula.
Raquel también optó por un libro ilustrad, ‘A los perros buenos no le pasan cosas malas’, de Elvira Sastre. Por último Arroyo escogió un libro ilustrado para toda la familia, ‘
‘Los Hermanos de las Campanillas’ de Sandra Arroyo Ramírez.